Por qué los alumnos en su mayoría están en contra de poner la cámara en las clases telemáticas.

 Si bien podría empezar esta redacción excusando de diversas maneras al alumnado que se encuentra en esta posición, he de confesar que lo cierto (o por lo menos desde mi perspectiva de alumna de clases telemáticas) es que nos negamos a ponernos la cámara para que el profesor o profesora no nos encuentre realizando cualquier actividad excluyendo la de atender o directamente en el más profundo sueño.

He de añadir que lo anteriormente mencionado, es en líneas generales, y que ni todo el alumnado ha de estar de acuerdo, ni el profesorado debe darlo por hecho siempre que su alumno se niegue a ponerse la cámara, pues cada individuo puede tener sus razones personales.

 No obstante creo que puede existir otra razón importante para oponerse a activar la cámara en las clases online, y es la presión social. Cuando ninguno de tus compañeros activa su cámara y tú sí, puede dar lugar a diferentes interpretaciones por parte de los compañeros, que condicionan tu decisión. En todo momento el ser humano busca la aceptación e inclusión en un grupo, como es una clase, y en el momento en el que enciendes tu cámara mientras que el resto de los alumnos no lo hacen (teniendo en cuenta que el profesor ha dejado claro que su preferencia es que se activen las cámaras de los alumnos), esta única persona que la ha activado temerá que sus compañeros piensen o incluso digan que es un “pelota”.

Por otra parte y como conclusión, el mero hecho de que exista la posibilidad de desactivar la cámara es el culpable de todo este debate, y el caso es que aunque la gran mayoría de alumnos rechacen esta opción, puede llegar a ser una ventaja para ellos, que al saber que el profesor puede verlo prestaría mucha más atención a la clase, que si sabe que nadie puede hacerlo.