¿Es igual una clase presencial que una online? ¿Se aprende lo mismo? ¿Cuál es mejor y por qué?

Gracias a los avances tecnológicos que han tenido lugar en este último siglo, podemos afirmar que nuestra calidad de vida ha aumentado de forma razonable. Además nos ha facilitado el acceso a información instantánea. Y aunque ahora tengamos la posibilidad de conectarnos vía online, no creo que nunca llegue a parecerse al contacto físico y visual.

Respecto a las clases online, he de destacar que como solución a la situación de pandemia que estamos atravesando es de las mejores. Pero, obviamente no es nada parecido a estar fisicamente en el aula, pues se pierde la concentración con más facilidad, muchas veces resulta más incómodo preguntar a través de un dispositivo, y por supuesto se reduce la presión que a veces necesita el alumnado par continuar la clase y no dispersarse.

Se debería aprender lo mismo, no obstante, desde casa contamos con factores perjudiciales para nuestra atención, que en las clases presenciales no tenemos, y claro está que el alumno que desea prestar atención lo hará independientemente de donde se encuentre pero para aquel que tenga dificultades de concentración este método no será benficioso.

Así llego a la conclusión de que a pesar de acercarse mucho, las clases online no son lo mismo que las clases presenciales. Bajo mi punto de vista, aún teniendo en cuenta la comodidad que suponen las clases virtuales, creo que las clases son mejores tanto para el alumnado como para los profesores, que pueden llegar a sentir desatención durante las clases online y verse perjudicada en cierto modo la clase en sí. 

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